El Trebol de Cuatro Hojas

La magia está muy cerca y es más accesible de lo que pensamos, tiene relación con las creencias y la fe que ponemos. El Trébol de Cuatro Hojas es un símbolo, por excelencia de la buena suerte, para proteger el amor y atraer riqueza y prosperidad.

Muchas culturas lo usaron en la antigüedad, los Egipcios, por ejemplo, lo consagraron a Isis su Diosa bienhechora, también se lo daban a su amada para preservar el amor y las madres lo colgaban al cuello de sus hijos para protegerlos de las adversidades de la vida, incluso lo ponían dentro de los sarcófagos, para ayudar al alma en su incierto tránsito por el más allá.

En el siglo XVII se extendió la costumbre de diseminar Tréboles de Cuatro Hojas delante de las novias para protegerlas. Su escasez contribuyó a que la creencia popular afirmara que encontrarlo en medio del campo significaba buena suerte.

En la antigua Roma, la estación de las cosechas, el Verano, se representaba mediante la imagen de un trébol.
Los griegos llegaron a creer que servía para descubrir tesoros ocultos y que soñar con ella era anuncio de riquezas.

Los ocultistas afirmaban que el Trébol de Cuatro Hojas, les permitía ver a las fuerzas hostiles y de esta manera protegerse.
Varios de los beneficios mágicos que se le atribuyen al Trébol de la suerte, se derivan de sus cuatro hojas. Era tal el culto que recibió este número en la antigüedad, que en la mayor parte de las culturas, le reservaban para designar a Dios, por lo que las letras de su nombre eran cuatro, al igual que los Evangelistas, los puntos cardinales, las estaciones del año, los elementos de la naturaleza, o las fases de la Luna.

Tiene además la curiosa propiedad meteorológica de sus hojas, que se yerguen para anunciar las tormentas,esto unido a sus virtudes estimulantes, antiinflamatorias y coagulantes, ayudó a que nacieran las primeras consideraciones mágicas del trébol.

El trébol es de la familia de los berros y, aunque no estamos acostumbradas a comerlo, deberíamos hacerlo. Son buenísimos para la digestión, evitan el estreñimiento, ayudan a recuperar el apetito, son un excelente limpiador de toxinas y combaten los resfriados.

Pueden comerse en ensaladas como cualquier otro vegetal verde y son deliciosos con limón, aceite de oliva y sal. También se puede secarlos y hacerlos en té, que con un poco de miel y leche. Para la gripe lo mejor es una infusión tres veces al día.